La fatiga oncológica es uno de los síntomas más frecuentes y limitantes en las personas que están recibiendo o han recibido tratamiento contra el cáncer. A diferencia del cansancio habitual, esta fatiga no se alivia con el descanso y puede interferir significativamente en la vida diaria. Se estima que afecta a entre el 70% y el 90% de los pacientes durante el tratamiento, y a un porcentaje considerable incluso años después.
Afortunadamente, la fisioterapia oncológica y el ejercicio terapéutico han demostrado ser estrategias eficaces para reducir esta fatiga y mejorar la energía física y mental. Según las guías clínicas internacionales, el ejercicio físico adaptado es actualmente la intervención no farmacológica con mayor nivel de evidencia para el manejo de la fatiga oncológica.
Los programas más efectivos combinan ejercicio aeróbico (como caminar o pedalear en bicicleta estática) con ejercicios de fuerza de intensidad moderada, siempre adaptados a las capacidades y al momento clínico de cada persona. La frecuencia mínima recomendada es de 2 a 3 veces por semana, aunque incluso sesiones más breves y ligeras pueden tener beneficios si se realizan de forma regular y progresiva.
Desde la fisioterapia, se añaden otras estrategias que mejoran el control de síntomas asociados, como las alteraciones musculoesqueléticas, la disnea o el dolor, que pueden intensificar la sensación de fatiga. La educación terapéutica también es clave: aprender a dosificar el esfuerzo, equilibrar actividad y descanso, y organizar mejor las tareas cotidianas puede marcar una gran diferencia en el día a día del paciente.
Además, cuando el ejercicio es supervisado por profesionales especializados en oncología, se garantiza una progresión segura, personalizada y eficaz. Los estudios más recientes muestran que los pacientes que se mantienen físicamente activos durante y después del tratamiento toleran mejor la terapia, tienen menos efectos secundarios y recuperan antes su calidad de vida.
En la Clínica OYTU, nuestro equipo multidisciplinar diseña programas individualizados que integran ejercicio, fisioterapia, nutrición y apoyo emocional para mejorar la salud integral del paciente oncológico. Contamos con tecnología avanzada y personal especializado para abordar la fatiga desde el primer momento del diagnóstico. Porque estar cansado no debería ser lo normal, y con el acompañamiento adecuado, es posible recuperar energía y bienestar.