Relación entre Ejercicio y el Hígado Graso
La enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) fue originalmente definida en 1980. Se define como la presencia de esteatosis en más del 5% de los hepatocitos, asociada con factores de riesgo metabólicos (especialmente obesidad y diabetes tipo 2) y sin consumo excesivo de alcohol (≥30 g/día en hombres y ≥20 g/día en mujeres) u otras enfermedades crónicas del hígado.
La EHGNA es una de las principales causas de cirrosis y carcinoma hepatocelular y abarca un espectro de enfermedades que van desde la esteatosis con o sin inflamación leve hasta la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), caracterizada por necroinflamación y progresión de la fibrosis más rápida que la EHGNA.
Actualmente, la EHGNA se considera una de las causas más comunes de enfermedad hepática crónica, causando 1,2 millones de muertes al año y llegando a ser la octava causa de muerte más común en el mundo. En los últimos años, la prevalencia de la EHGNA ha ido aumentando año tras año en diferentes regiones del mundo.
Según un metaanálisis, la prevalencia global actual de la EHGNA es alarmante, siendo del 32,4%, lo que supone una enorme carga económica para la sociedad.
En muchas partes del mundo, la EHGNA se ha convertido en una enfermedad hepática crónica más común y está estrechamente asociada con la obesidad, la diabetes mellitus tipo 2 (DM2), la dislipidemia y otras enfermedades.
El mecanismo de desarrollo de la EHGNA puede estar relacionado con la sobreproducción de especies reactivas de oxígeno (ROS) y especies de oxígeno (OS), y también está vinculado a la oxidación de ADN, lípidos y proteínas y la posterior muerte de los hepatocitos.
El trastorno del metabolismo lipídico también está estrechamente relacionado con la EHGNA, por lo que los niveles séricos de colesterol total (CT), triglicéridos (TG), colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL-C) y colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL-C) en los pacientes con EHGNA muestran anormalidades.
Además, la aspartato aminotransferasa (AST) y la alanina aminotransferasa (ALT) séricas son buenos indicadores para evaluar a los pacientes con EHGNA. Sin embargo, la EHGNA es la enfermedad hepática más prevalente en todo el mundo y no existe una farmacoterapia aprobada.
En la actualidad, la pioglitazona y la vitamina E se recomiendan como terapia farmacológica efectiva para los pacientes con EHGNA confirmados por biopsia.
Mientras tanto, las dietas ricas en calorías, grasas y fructosa, junto con un estilo de vida sedentario y la obesidad, son factores de riesgo significativos implicados en el desarrollo y la progresión de la EHGNA.
Por lo tanto, hacer cambios en el estilo de vida puede ser una buena opción. El ejercicio es una buena manera. Es un factor importante que afecta el control del metabolismo al aumentar la actividad física de los pacientes con EHGNA.
En algunos estudios transversales, se encontró que los pacientes con EHGNA tenían niveles bajos de actividad física. Por lo tanto, la intervención con ejercicio para mejorar el nivel de actividad de los pacientes con EHGNA es muy importante para fomentar un estilo de vida saludable. El efecto del ejercicio sobre la EHGNA ha sido confirmado en estudios previos.
El ejercicio de intensidad moderada de cualquier grado se asocia con un menor riesgo de EHGNA y remisión de la EHGNA. La frecuencia del ejercicio juega un papel decisivo en la reducción de la incidencia de EHGNA en un 16% y en la mejora de la tasa de remisión de la EHGNA en un 40%. Niveles de ejercicio basal más altos y un aumento del ejercicio semanal con el tiempo también se asociaron con un menor riesgo de eventos de EHGNA y resolución de la EHGNA.
El ejercicio puede reducir la producción excesiva de ROS y OS en la EHGNA mediante la regulación de varios mecanismos de acción del ejercicio sobre las enzimas antioxidantes y los mediadores antiinflamatorios de la EHGNA. Además, el ejercicio en pacientes con EHGNA se refleja en la mejora efectiva de los niveles de CT, TG, LDL-C, HDL-C, AST y ALT. Esto es muy beneficioso para los pacientes con EHGNA.
La intervención con ejercicio físico puede mejorar significativamente el hígado de los pacientes con enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA), pero se desconoce qué tipo de ejercicio tiene el mejor efecto en la mejora del hígado en pacientes con EHGNA.
En este estudio se evaluó el efecto de la terapia de ejercicio en la función del hígado y los índices sanguíneos de los pacientes con EHGNA a través de un metaanálisis en red (MAR). Se incluyeron un total de 43 estudios con 2070 pacientes con EHGNA: entrenamiento aeróbico (n = 779), entrenamiento de fuerza (n = 159), entrenamiento de intervalos de alta intensidad (n = 160), entrenamiento aeróbico + entrenamiento de fuerza (n = 96).
Los resultados indicaron que el entrenamiento aeróbico + entrenamiento de fuerza podría mejorar significativamente el colesterol total (TC), triglicéridos (TG, colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL-C) en pacientes con EHGNA. El entrenamiento aeróbico es el mejor modo para mejorar ALT y colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL-C). El entrenamiento de fuerza es el mejor modo para mejorar la aspartato aminotransferasa (AST).
Teniendo en cuenta varios beneficios, creemos que la mejor modalidad de ejercicio para los pacientes con EHGNA es el entrenamiento aeróbico + entrenamiento de fuerza.
Fuente del estudio: Xue Y, Peng Y, Zhang L, Ba Y, Jin G, Liu G. Effect of different exercise modalities on nonalcoholic fatty liver disease: a systematic review and network meta-analysis. Sci Rep. 2024 Mar 14;14(1):6212. doi: 10.1038/s41598-024-51470-4.