Ejercicio durante el embarazo
- Frecuencia adecuada de ejercicio: Se recomienda realizar ejercicio moderado de 3 a 4 veces por semana. Este nivel de actividad ha demostrado ser seguro y beneficioso tanto para la madre como para el bebé. Aumentar la frecuencia a más de 5 veces por semana podría no ofrecer beneficios adicionales claros, y existen pruebas contradictorias sobre su seguridad, por lo que debe hacerse con precaución y bajo supervisión médica.
- Intensidad del ejercicio: El ejercicio de intensidad moderada (3-6 METs) y vigorosa (>6 METs) es seguro y promueve la salud tanto de la madre como del feto. Sin embargo, es importante que la intensidad del ejercicio sea adecuada para el nivel de condición física previo al embarazo. Para quienes prefieren ejercicios de baja intensidad (<3 METs), se ha investigado menos, pero actividades como caminar o nadar de manera regular también pueden ser beneficiosas.
- Duración de las sesiones: Mantén las sesiones de ejercicio por debajo de una hora. Las investigaciones sugieren que este rango es seguro para la madre y el bebé. Si deseas realizar sesiones más largas, es crucial monitorizar tu cuerpo y consultar a un médico, ya que el ejercicio prolongado puede requerir una mayor vigilancia para evitar complicaciones.
- Tipos de ejercicio recomendados: Se tolera bien una combinación de ejercicio aeróbico y de fuerza, siempre que los volúmenes sean moderados. Ambas formas de ejercicio ofrecen beneficios específicos, mejorando la salud cardiovascular, el tono muscular y el bienestar general.
- Equilibrio en la dosis de ejercicio: Aunque se conocen los beneficios del ejercicio prenatal, se requiere más investigación para definir la cantidad mínima efectiva y la dosis máxima tolerable de ejercicio durante el embarazo. Esto permitirá ajustar mejor los programas de ejercicio para optimizar los beneficios sin comprometer la salud de la madre o del feto.
Algunos estudios sugieren que una mayor intensidad o duración del ejercicio podría disminuir el flujo sanguíneo al útero, lo que podría afectar negativamente el desarrollo del feto.
Además, realizar ejercicio en exceso podría aumentar el riesgo de parto prematuro y de bajo peso al nacer.
Aunque el ejercicio regular tiene múltiples beneficios, es crucial no excederse, ya que sobrepasar ciertos límites puede poner en riesgo tanto la salud de la madre como la del bebé.