El cáncer es una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial, y en las últimas décadas, se ha observado un aumento preocupante en las tasas de diagnóstico en mujeres jóvenes. Este incremento se relaciona con múltiples factores, muchos de ellos vinculados al estilo de vida. Afortunadamente, hay cambios prácticos que pueden reducir significativamente el riesgo de desarrollar cáncer. Aquí te presentamos estrategias basadas en evidencia para promover la salud y prevenir esta enfermedad.
- Mantén un peso saludable
El exceso de peso se asocia con varios tipos de cáncer, incluidos los de mama, endometrio y colon. Mantener un peso adecuado mediante una alimentación equilibrada y actividad física regular es esencial. Prioriza alimentos frescos, ricos en fibra y bajos en grasas saturadas. Además, evita el consumo excesivo de alimentos procesados y azúcares añadidos.
- Haz del ejercicio un hábito
La actividad física regular no solo ayuda a controlar el peso, sino que también regula hormonas como el estrógeno y mejora el sistema inmunológico, reduciendo el riesgo de varios tipos de cáncer. Intenta realizar al menos 150 minutos de ejercicio moderado o 75 minutos de ejercicio vigoroso por semana. Caminar, nadar o practicar yoga son excelentes opciones que puedes adaptar a tus necesidades.
- Limita el consumo de alcohol
El alcohol es un factor de riesgo conocido para varios tipos de cáncer, como el de mama, hígado y garganta. Reducir el consumo a no más de una bebida al día o evitarlo por completo puede marcar una gran diferencia en la prevención.
- No fumes y evita el humo de segunda mano
El tabaco es una de las principales causas prevenibles de cáncer. Si eres fumadora, busca apoyo para dejarlo, y evita ambientes donde estés expuesta al humo de segunda mano.
- Realiza chequeos y pruebas de detección regularmente
Las pruebas de detección temprana, como mamografías y citologías, son esenciales para identificar el cáncer en etapas iniciales, cuando es más tratable. Consulta con tu médico para saber cuáles son las pruebas recomendadas según tu edad y antecedentes familiares.
- Protégete del sol
El cáncer de piel es uno de los más comunes y prevenibles. Usa protector solar con un factor de protección adecuado, evita la exposición al sol durante las horas pico y no uses bronceadores.
Adoptar estas prácticas no solo puede reducir el riesgo de cáncer, sino también mejorar la calidad de vida en general. Incluir pequeños cambios puede tener un impacto significativo, convirtiendo la prevención en un hábito diario.