Relación entre Ejercicio y osteoartritis
La osteoartritis (OA) es la forma más común de enfermedad articular y la principal causa de dolor en personas mayores. Los síntomas de dolor asociados con la OA de rodilla o cadera resultan en una discapacidad para caminar y un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas. El principal objetivo del manejo de la OA es aliviar el dolor sin aumentar los efectos adversos relacionados con el tratamiento. En este contexto, el ejercicio se está revelando como una opción poderosa y segura.
La doble cara de los analgésicos
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos orales (AINEs) y el paracetamol (o acetaminofén) son los analgésicos recetados con mayor frecuencia para controlar el dolor y mejorar la función física en la OA. Entre el 10% y el 35% de la población con OA informa el uso de estos analgésicos orales. Sin embargo, a pesar de su eficacia en el alivio del dolor, los AINE y el paracetamol no están exentos de riesgos. Se asocian con complicaciones gastrointestinales y cardiovasculares, e incluso con un mayor riesgo de muerte, especialmente en personas mayores con comorbilidades.
Ejercicio: El tratamiento central recomendado
Las guías clínicas recomiendan el ejercicio como tratamiento central para la OA de rodilla o cadera. Sin embargo, aún se desconoce cómo se compara su efecto analgésico con los fármacos analgésicos más utilizados, como los AINE y el paracetamol.
Estudios previos han mostrado que, para el alivio del dolor, no hay diferencias significativas entre el ejercicio y los AINE orales y el paracetamol en periodos de seguimiento de 24 semanas. De manera similar, no hay diferencias en la mejora funcional entre el ejercicio y estos analgésicos en los mismos periodos.
Estos estudios han confirmado que el ejercicio es, de hecho, un medicamento. Su efecto analgésico es similar al obtenido con los AINE orales y el paracetamol, pero sin los efectos secundarios graves asociados con estos medicamentos. Estos hallazgos respaldan la recomendación actual de usar el ejercicio como una terapia central para la OA.
El ejercicio puede ser utilizado como una terapia de reemplazo de analgésicos para personas mayores con comorbilidad o multimorbilidad, y para aquellos con mayor riesgo de eventos adversos relacionados con los AINE y el paracetamol.
La capacidad del ejercicio para aliviar el dolor y mejorar la función sin los riesgos asociados con los analgésicos lo convierte en una opción atractiva y viable.
Consideraciones prácticas
Aunque no hay evidencia directa de que el ejercicio tenga efectos secundarios significativos en el tratamiento de la OA de rodilla o cadera, es importante considerar que el tipo y la intensidad inadecuados del ejercicio pueden agravar los síntomas y la progresión de la OA.
Por lo tanto, es crucial que el ejercicio sea prescrito y supervisado adecuadamente por profesionales de la salud, para asegurar que los pacientes reciban los máximos beneficios sin riesgos adicionales.
Conclusiones
El ejercicio tiene efectos sobre el dolor y la función similares a los de los AINE orales y el paracetamol. Dado su excelente perfil de seguridad, se debe dar más protagonismo al ejercicio en la atención clínica, especialmente en personas mayores con comorbilidad o con mayor riesgo de eventos adversos relacionados con los AINE y el paracetamol.
En conclusión, la inclusión del ejercicio como una parte integral del manejo de la OA ofrece una alternativa segura y eficaz a los analgésicos tradicionales. Los pacientes y los profesionales de la salud deben estar conscientes de los beneficios del ejercicio y considerar su implementación como una estrategia primaria en el tratamiento de la OA. Este enfoque no solo puede mejorar la calidad de vida de los pacientes, sino también reducir la dependencia de medicamentos que conllevan riesgos significativos, promoviendo así una mejor salud y bienestar a largo plazo.