El músculo esquelético representa una parte fundamental del cuerpo humano, no solo por su rol en la postura y la locomoción, sino también como un componente dinámico en la regulación de la homeostasis metabólica, inmunológica y energética. Este tejido altamente organizado responde y se adapta a variadas condiciones tanto internas como externas, impactando de manera significativa la salud general.
El músculo esquelético va más allá de facilitar el movimiento. Participa activamente en mantener el equilibrio metabólico y energético del cuerpo. A través de sus interacciones con otros sistemas del cuerpo, el músculo esquelético ayuda a moderar procesos vitales, como la síntesis de proteínas y la función inmunológica, adaptándose continuamente a las necesidades y desafíos del organismo.
La reducción de la actividad física a niveles inferiores a los recomendados conlleva múltiples consecuencias negativas. Estas incluyen la pérdida de masa y función muscular, disminución de la síntesis de proteínas musculares, y deterioro de la aptitud cardiorrespiratoria. Asimismo, se observa un incremento en la acumulación de grasa corporal y procesos inflamatorios, junto con una disminución en la sensibilidad a la insulina y la función endotelial.
Cuando se realiza ejercicio, el músculo esquelético experimenta estrés, particularmente en el retículo endoplásmico (RE), una estructura celular esencial para el plegamiento de proteínas. El ejercicio incrementa la demanda de plegamiento de proteínas en el RE, lo que puede resultar en acumulación de proteínas mal plegadas y estrés agudo. Sin embargo, a largo plazo, el ejercicio regular induce adaptaciones que reducen este estrés, mejorando la resistencia del RE al desequilibrio en la síntesis de proteínas.
Los períodos de descanso entre sesiones de ejercicio son cruciales. Permiten que el músculo se recupere y se fortalezca, facilitando la resiliencia del RE y la eficiencia en el manejo del estrés inducido por el ejercicio. Este balance entre actividad y descanso es esencial para optimizar los beneficios del ejercicio sobre el músculo esquelético.
El ejercicio no solo previene problemas de salud, sino que también actúa como una terapia complementaria en el tratamiento de enfermedades que afectan al sistema inmunológico, el metabolismo y la homeostasis energética. Las modalidades de ejercicio deben ser personalizadas para maximizar los efectos positivos, adaptándose a las condiciones y necesidades específicas de cada paciente.
El músculo esquelético es un tejido vital que contribuye significativamente a la salud y bienestar general. Mantener un estilo de vida activo es crucial para preservar la funcionalidad muscular y prevenir diversas afecciones. Los médicos y otros profesionales de la salud deben fomentar la actividad física como un componente esencial de un estilo de vida saludable y como un complemento a otras formas de tratamiento médico.
Fuente: Groeneveld K. Muscle physiology and its relations to the whole body in health and disease. Acta Physiol (Oxf). 2024 Mar 8:e14131. doi: 10.1111/apha.14131.