Ayuno intermitente y pérdida de peso
El ayuno intermitente ha surgido como una de las dietas más populares para la pérdida de peso en los últimos años. La razón principal para el rápido aumento en la popularidad del ayuno intermitente es su simpleza misma, ya que su aplicación no requiere que las personas modifiquen radicalmente sus patrones de alimentación actuales ni que cambien todos los alimentos en sus despensas.
Además, el ayuno intermitente no exige que las personas eviten grupos de alimentos o macronutrientes específicos, ni requiere que los participantes monitoreen diligentemente las calorías día tras día. Estas características pueden aumentar en gran medida la tolerabilidad de la dieta y pueden ser la razón por la que estos regímenes se han adoptado tan ampliamente. Además, se han informado muy pocos eventos adversos durante el ayuno intermitente.
En general, estos hallazgos preliminares indican que el ayuno puede ayudar con el control del peso y la reducción de enfermedades metabólicas. Algunos de los mecanismos por los cuales el ayuno intermitente podría mejorar la salud metabólica incluyen la reducción de la producción de radicales libres, el aumento de la resistencia al estrés, la mejora en la regulación de la glucosa y la supresión de la inflamación.
Más recientemente, se ha demostrado que el ayuno puede aumentar la autofagia, ayudando a eliminar las moléculas dañadas.
Así pues, el ayuno intermitente es una terapia dietética segura que puede producir una pérdida de peso clínicamente significativa en individuos con sobrepeso u obesidad. Estos regímenes también pueden mejorar algunos aspectos de la salud cardiometabólica, como la presión arterial, la resistencia a la insulina y los marcadores de estrés oxidativo. Hay muchas modalidades de ayuno, pero las personas deben elegir el modelo que puedan incorporar más fácilmente en su estilo de vida para aprovechar los beneficios del ayuno a largo plazo.
Opinión del Dr. López Chicharro
En mi opinión, existe un creciente interés por el ayuno intermitente, en un primer grupo se sitúan personas que desean adquirir hábitos que refuercen su salud. La adherencia al ayuno intermitente en este grupo debería ser relativamente alta.
El segundo grupo que muestra interés en el ayuno intermitente está compuesto por personas con sobrepeso u obesidad, cuyo principal objetivo es perder grasa corporal. En general, este grupo enfrenta dificultades para adquirir hábitos nutricionales adecuados, lo que los ha llevado al sobrepeso o la obesidad. No se trata de un problema de falta de conocimiento nutricional básico, sino, en la gran mayoría de los casos, de un problema emocional, siempre que no exista una enfermedad subyacente.
Por lo tanto, si no se aborda el trastorno emocional de base, el ayuno intermitente será otro intento fallido en la lista de esfuerzos por lograr una composición corporal saludable. No debemos pensar que por dejar de comer algún día a la semana o durante algunas horas al día, ocurrirá un cambio mágico.
Alimentarse saludablemente es, al mismo tiempo, sencillo y complicado.
No soy un experto en trastornos de la conducta alimentaria ni soy nutricionista, pero creo firmemente que no existen atajos, incluyendo en esto al ayuno intermitente. Una base alimentaria inspirada en la dieta mediterránea, con una tendencia a comer progresivamente menos con el paso de los años, hasta llegar a consumir de todo pero en muy pequeñas cantidades, me parece un buen punto de partida.
Posteriormente, los nutricionistas podrán orientarnos en torno al concepto genérico de «comer de todo» y «muy, o muy poco«, así como en el uso de suplementos necesarios, el ayuno intermitente y otras estrategias relacionadas con la salud.
En resumen, el ayuno intermitente es recomendable para nuestra salud, pero no es imprescindible.
Es importante adoptar una tendencia a ingerir una gran variedad de nutrientes en cantidades adaptadas a nuestras necesidades energéticas, lo que con el paso del tiempo se traduce en comer progresivamente menos.
Y si el hecho de comer poco, o muy poco, te entristece de manera crónica, probablemente tengas un problema que el ayuno intermitente no podrá resolver.
Madrid, 25 de agosto de 2024
