Suplementos con evidencia científica
El uso de suplementos en el ámbito deportivo es un tema de constante debate, y en algunos casos, de controversia. Si bien existe una gama de suplementos que han sido estudiados y respaldados por la evidencia científica, hay profesionales que, sin el apoyo de investigaciones rigurosas, recomiendan productos bajo la premisa de ofrecer una «alternativa más avanzada». Esta postura, que aparenta estar a la vanguardia, puede generar más problemas que beneficios.
Es fundamental recordar que la evidencia científica no solo representa el consenso de investigaciones extensas, sino que también asegura que las intervenciones recomendadas sean seguras y efectivas para el usuario.
Cuando un profesional sugiere suplementos sin esta base, puede estar poniendo en riesgo la salud del deportista, así como su rendimiento.
Los efectos adversos, las interacciones desconocidas y la falta de regulación en algunos de estos productos son solo algunas de las preocupaciones asociadas.
Además, el hecho de que algunos de estos profesionales se presenten como más «avanzados» o «innovadores» al recomendar productos sin suficiente respaldo científico es, en el fondo, un enfoque éticamente cuestionable.
0La innovación debe ir de la mano de la responsabilidad y el rigor, no de la especulación. Presentar alternativas que no han sido validadas puede confundir a los deportistas y crear una falsa percepción de que los productos no regulados o sin evidencia son igual de efectivos, o incluso superiores, a aquellos que sí han sido probados.
En lugar de buscar atajos o modas pasajeras, los profesionales de la salud y del deporte deberían centrar sus recomendaciones en el bienestar del deportista, basadas en ciencia sólida y actualizada.