Los avances en oncología han permitido que cada vez más personas superen un cáncer o vivan durante años con la enfermedad controlada. Sin embargo, los tratamientos que hacen posible este logro —como la quimioterapia, la radioterapia o las terapias dirigidas— pueden tener efectos secundarios importantes sobre la salud cardiovascular. Esta realidad ha dado lugar a un campo emergente denominado cardiooncología, cuyo objetivo es prevenir, detectar y tratar las complicaciones cardiacas en pacientes oncológicos.
Entre los efectos más conocidos se encuentran la cardiotoxicidad producida por algunos quimioterápicos, como las antraciclinas, que pueden dañar el músculo cardíaco y favorecer la insuficiencia cardiaca. Otros tratamientos, como los inhibidores de tirosina quinasa o ciertos fármacos de inmunoterapia, pueden alterar la presión arterial, provocar arritmias o generar inflamación en el corazón. A su vez, la radioterapia aplicada en la zona torácica puede aumentar el riesgo de enfermedad coronaria o valvulopatías años después del tratamiento.
Estas complicaciones no solo afectan a la calidad de vida del paciente, sino que también pueden limitar la continuidad del tratamiento oncológico si no se abordan de manera precoz. Por ello, hoy se recomienda una vigilancia estrecha de la salud cardiovascular desde el inicio del proceso oncológico. Esto implica realizar una evaluación inicial del riesgo cardiaco, controlar factores como la hipertensión, la diabetes o el colesterol, y llevar a cabo un seguimiento periódico con pruebas específicas, como ecocardiogramas o biomarcadores sanguíneos.
Más allá del control médico, existen estrategias activas que pueden reducir de forma significativa el impacto de los tratamientos sobre el corazón. Entre ellas, el ejercicio físico supervisado ocupa un lugar central: se ha demostrado que el entrenamiento aeróbico y de fuerza mejora la capacidad funcional, protege la función cardiaca y contribuye a reducir la fatiga relacionada con el cáncer. Del mismo modo, la nutrición equilibrada y el abordaje psicológico son aliados clave para mantener un estilo de vida cardiosaludable durante y después del tratamiento.
En la Clínica OYTU contamos con un equipo multidisciplinar especializado en fisioterapia oncológica, ejercicio terapéutico, cardiooncología y nutrición, cuyo objetivo es acompañar a cada paciente en todas las fases del proceso oncológico. Nuestra misión es ofrecer una atención integral que no solo trate el cáncer, sino que también preserve la salud cardiovascular y la calidad de vida a largo plazo.