La hipertrofia miofibrilar y la hipertrofia sarcoplásmica son dos tipos diferentes de crecimiento muscular que resultan de adaptaciones al entrenamiento de fuerza, pero afectan a las fibras musculares de manera distinta:
Hipertrofia miofibrilar:
- Se refiere al aumento en el número y tamaño de las miofibrillas, que son las estructuras dentro de las fibras musculares responsables de la contracción muscular. Las miofibrillas contienen los filamentos de actina y miosina, los componentes clave para la producción de fuerza.
- Este tipo de hipertrofia mejora directamente la fuerza muscular, ya que el incremento en el número de miofibrillas permite que las fibras musculares produzcan más fuerza durante la contracción.
- Es más común en entrenamientos con altas cargas y bajo volumen (pocas repeticiones, altos pesos), como los utilizados por atletas de fuerza y potencia.
- Resulta en un aumento en la densidad muscular sin un incremento significativo en el tamaño del músculo.
Hipertrofia sarcoplásmica:
- Implica un aumento en el volumen del sarcoplasma, que es el fluido que rodea las miofibrillas en la célula muscular. Este fluido contiene proteínas, glucógeno, agua y otras sustancias que no contribuyen directamente a la fuerza muscular.
- El aumento en el sarcoplasma incrementa el tamaño total del músculo, pero no mejora tanto la fuerza como la hipertrofia miofibrilar, ya que no implica un aumento en la cantidad de miofibrillas.
- Es más común en entrenamientos de mayor volumen (más repeticiones, menos peso), como los utilizados por culturistas, y está más asociado con la estética del músculo (mayor tamaño y volumen).
- El resultado es un músculo más grande visualmente, pero con menos ganancias proporcionales en fuerza en comparación con la hipertrofia miofibrilar.
Diferencia clave: La hipertrofia miofibrilar está más enfocada en mejorar la fuerza y la densidad muscular, mientras que la hipertrofia sarcoplásmica se enfoca en aumentar el tamaño del músculo sin necesariamente incrementar la fuerza en la misma proporción.